Resumen |
El emperador anuncia un método poco habitual para designar a su sucesor: el niño que consiga hacer brotar la flor más bonita de la semilla que les entregará será el sucesor al trono. Ping, a pesar de todos sus esfuerzos, no consigue hacer brotar la semilla y piensa que será mejor no presentarse con una maceta vacía. Finalmente decide ir y, para su sorpresa, por ser el único con corazón noble, consigue ser el nuevo emperador. Todas las demás macetas tenían hermosas flores que no podían haber brotado de la semilla que el emperador repartió. |